Tarde compartida
Cuando Ana lo escuchó, corrió a la puerta. Jacobo estaba parado allí, esperando a que lo atendieran. Ana lo saludó cordialmente y lo invitó a pasar. Charlaron toda la tarde. Se sumergieron en conversaciones infantiles: hablaron sobre películas, libros y programas para chicos. En un momento de la conversación, Ana saltó diciendo:
- Ya son las cinco. ¿Vamos a mirar “Pepa”?
- Dale. Pero un ratito nomas, porque mi mamá me espera con la merienda.
Ana encendió el televisor y se sentaron los dos en el sillón a mirar “Pepa”.
Cuando llegó el espacio publicitario, Ana fue a la cocina a buscar unas galletitas. De repente, en la televisión pasaron una publicidad que decía: “todos nos debemos alimentar, por eso fue que la rana aprendió a cocinar”. Jacobo, justo en ese momento estaba en el baño. Cuando salió, sin entender la situación, preguntó:
- ¿Qué pasó, Anita? ¿me perdí de algo?
- No, quedate tranquilo, Jacobito.
Y Ana, al fin rió.
FIN
de Germán Ignacio López